
Carlos Gómez Laynes, jugador forjado en las divisiones inferiores de Alianza Lima, debutó en el fútbol profesional a incios de los años 70. Integró la selección juvenil. Fue convocado a la preselección que jugó los partidos previos a la Copa América 1975. Jugó varios años en Alianza pero nunca llegó a destacar.
Su apatía e irregularidad provocaron que la tribuna se le «prenda» y lo pifee apenas tomaba contacto con el balón siendo uno de los jugadores más burlados y rechazados de aquellos tiempos. Gomez Laynez era un jugador habilidoso, quimboso para jugar pero como que no se enchufaba en los partidos y no llegaba a lucir los atributos que tenía.
Era hijo de Carlos Goméz Sánchez, mítico jugador de Alianza Lima que brilló en Boca Juniors y en el Deportivo Cali de Colombia en la década del 1950.